sábado, 18 de diciembre de 2010

Sociedad


“La violencia de género es el holocausto del siglo XXI”


Un calvario silencioso en una aparente vida de ensueño. Esto es lo que vivió durante 11 años nuestra protagonista, Ana Bella Jiménez de los Galantes. Escuchando su relato resulta difícil pensar cómo ha podido superar los malos tratos con tanta entereza y valor. Como si del ave fénix se tratase, esta mujer ha construido una vida nueva y sobre todo, a partir de su propia experiencia ha querido ayudar a aquellas mujeres que se encuentran en su misma situación. Con la creación de la fundación que lleva su mismo nombre y que ella misma lidera, Fundación Ana Bella, presta ayuda práctica y realista a las mujeres maltratadas y madres separadas que luchan por sacar a sus hijos adelante.


 
                          Ana Bella en la sede de su Fundación

- Ana, ¿por qué esperaste tanto tiempo para denunciar a tu marido?

-Durante 11 años no lo había denunciado ni una sola vez. Lo denuncie cuando salí de mi casa y me fui a la casa de acogida, ya que es uno de los requisitos que tienes cumplir para quedarte en la casa, si no  te tienes que ir. Aparte de decidirte a dar ese paso, tienes que tener el valor suficiente para empezar una vida nueva. Empecé a tener una libertad que yo antes no había tenido, pues me casé con 18 años.

- En esta situación, la familia jugará un papel fundamental en este proceso, ¿cómo te acogió la tuya?

- Si no tienes el apoyo de tu familia te cuesta el doble. Yo tuve el apoyo de mi familia. Una vez salimos en Antena 3 en Espejo Público para decir que la familia es la primera que te tiene que ayudar, si no te ves sola. Hay muchas familias que dicen: “Tú no te has ido con ese hombre, pues ahora te aguantas”. El 90% de las mujeres que van al instituto de la mujer no van solas, van acompañadas de amigas. Es más importante la amiga que cualquier institución

- ¿Cómo surgió la idea de crear la fundación?

- Yo me separe después de tener 4 hijos, me escapé un día de mi casa y me fui a una casa de acogida. Cuando salí de la casa de acogida, sólo había 4 pisos tutelados y, claro las demás mujeres, si no teníamos vivienda o un trabajo nos quedábamos en la calle. Tienes que alquilarte una casa, luego al ser separada no te alquilan y más con 4 hijos y una orden de alejamiento. Ante esta situación, se me ocurrió crear una fundación que ayudara, sobre todo, a mujeres que habían sufrido la violencia de género. No depende de la Administración. Nosotras somos como una amiga para la mujer, que en un momento dado no tienen, porque son víctimas que en ese momento tienen que salir de su entorno, incluso de su ciudad. En mi caso, yo vivía en Marbella y me tuve que venir a Sevilla. Prestamos ayuda en la medida de nuestras posibilidades porque hemos empezado de cero.

- ¿Con qué dinero se sostiene la Fundación Ana Bella? Porque tengo entendido que es gratuita para gente con escasos recursos económicos.

-Pues empezamos yo pidiendo un préstamo personal.¡ Así que imagínate! Este local lo compré porque una tía mía se murió y me dejó una mini herencia y con eso pude dar una entrada. También, se sustenta con espectáculos benéficos que organizamos, participación en ferias de muestras ferias medievales, vendiendo pestiños, libros de segunda mano. Con ese dinero es con el que pagamos el alquiler de las casas. La primera mujer a la que ayudamos se quedó a dormir en mi casa, pues no teníamos todavía nada. Ella ahora trabaja en Madrid en un centro de menores, es psicóloga.


-En muchas ocasiones, se ha llegado a afirmar que el perfil de mujer maltratada suele ser el de una mujer de edad madura, de clase social media- baja y con escasos recursos económicos. ¿A qué perfil atienden las mujeres que llegan a vuestra fundación?

- Yo estaba en una casa de acogida y allí había una juez, abogadas, una policía e incluso estaba la mujer del alcalde. La violencia de género no se acaba porque es muy difícil. Es el holocausto del siglo XXI: se da en todos los estratos sociales, en todos los países del mundo, en todas las razas y en todas las culturas. En España hay más de 2 millones de mujeres maltratadas, lo que pasa es que ni siquiera el 80 % lo reconocen. Ellas reconocen los síntomas, pero no lo consideran como un maltrato.

-¿Alguna vez os ha pedido ayuda un hombre maltratado?

-Hemos tenido dos casos cercanos, es otra temática. Si es la mujer la maltratada, la sociedad rápidamente va en contra del hombre; pero, por el contrario, si es el hombre es más complicado, porque el maltrato que hace la mujer es muy inteligente


- ¿Crees que ante la mayor repercusión social de este tema y la gran protección que se les ofrece a las afectadas, las mujeres se atreven más a dar el paso de denunciar?

- Yo creo que sí, porque cada vez hay más denuncias. Lo que pasa es que las mujeres que realmente están sufriendo malos tratos, no denuncian. Las estadísticas afirman que sólo denuncian el 20%. Las instituciones tendrían que tener en cuenta esto y hacer un cambio, porque sólo ayudan a las que denuncian, pero ¿ y las otras? El mismo síntoma del maltrato hace que tú no quieras denunciar porque es el padre de tus hijos, la persona con la que te has casado. Ni tú misma crees lo que te está pasando. Muchas quieren irse de su casa, pero no quieren que le pase nada a él. Quizás es un poco como el síndrome de Estocolmo. Se crea una dependencia emocional. La violencia de género es como un círculo, en el que la mujer siempre se ve como culpable.



- Recibimos 25.000 euros por nuestra labor de inserción social. Decidimos que lo que hacía falta para las mujeres era un trabajo. Ante esto, creamos la empresa Servicio Integral Solidario. Queríamos poner un lavadero de coches que al final no pudo ser, pero si pusimos La Tiendesita Solidaria, donde se venden los productos del comercio justo, productos de segunda mano, “desavíos”, alimentación, chucherías e incluso artesanía. Además, limpiamos los autobuses que van del Aljarafe a Sevilla y ahora nos hemos iniciado en la jardinería y limpieza de naves. Lo más bonito que hemos empezado ha sido un catering con productos del comercio justo, se llama Catering Solidario y lo queremos desarrollar a un nivel más amplio.


- ¿Cómo os sentís vosotras, que habéis sufrido malos tratos, cuando en los medios de comunicación hay gente que frivoliza sobre el tema?

-Yo cuando me separé me pidieron que escribiese un artículo. Salió publicado en un Boletín de la Junta de Andalucía llamado Rompamos el silencio. Yo quería que vieran la violencia de género, pero en positivo; se puede salir adelante. Los medios empezaron a hacer entrevistas en positivo a mujeres que salen del pozo. Ya no salen sólo las mujeres muertas. Eso me llena de alegría.

- ¿Crees que es suficiente las medidas tomadas para que el agresor se rehabilite por completo?

- Yo creo que no. Está demostrado que el 70 % de los hijos de familias donde ha habido maltrato, repiten uno de los dos modelos: víctima o maltratador. Por ello, es muy importante educar en igualdad. La violencia de género son más que agresiones, el hombre quiere dominar a la mujer. El maltrato psicológico
es peor que el físico, porque no le hace falta pegarla para dominarla. Vivimos en una sociedad que es machista: una sociedad patriarcal.


- La fundación ha ampliado sus horizontes y presta ayuda a las mujeres africanas a través del Proyecto Togo, ¿en qué consiste?

-Hay 3 ciudades en África donde las mujeres reciben ayuda a través del centro Padre Francisco. A estas mujeres les dan una formación durante dos años y nutrición. Nosotros le mandamos contenedores con comida cada 3 o 4 meses a través de las recolectas que realizamos.

-Como mujer andaluza emprendedora, supongo que habrás visto el gran escalón que han subido las mujeres en los últimos años.

- Si claro, en las Universidades empiezan a estar matriculadas más mujeres que hombres y incluso llegan
a rectoras. La única forma de conseguir la igualdad es visualizar a la mujer y, en eso, la RAE tiene mucho que ver. A mí, lo de miembras y miembros, por ejemplo me parece perfecto.

-Realización del periódico " Sin Límites", convocar tertulias, talleres de artesanía, La Tiendesita Solidaria, ¿cuáles son los próximos proyectos que tienes en la cabeza?

-El proyecto de futuro más inmediato es ampliar la empresa para dar más trabajo. Ampliar las viviendas de apoyo; queremos abrir una en Badajoz. Tenemos 3 viviendas una Mairena del Aljarafe, otra en Triana y otra en la Macarena. Ayudamos a más de 1500 mujeres al año, a muchas de ellas por teléfono y por Internet. Nos llaman de Suiza, Francia, Marruecos o EEUU.

- ¿Qué mensaje lanzarías a aquellas mujeres que sufren malos tratos?

- Hay otra vida completamente feliz lejos de lo anterior. Todas tenemos unas grandes cualidades que debemos utilizar para comenzar una vida positiva. Esta situación debe ser vista como un reto que hay que superar para empezar a vivir de verdad.


Fuente: Mª José Camacho Barrios
               

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