viernes, 7 de enero de 2011

Sociedad

 
Dinero no es sinónimo de felicidad

       Cuanto más ricos somos, más problemas mentales tenemos. Podría ser la frase de un eslogan publicitario, pero es la conclusión que se obtiene de un  estudio científico británico.El informe establece una relación directa entre el incremento del bienestar económico en Europa y la multiplicación de los problemas neuróticos y psiquiátricos.

       

       Los europeos han visto su "salud psicológica y bienestar mental deteriorarse conforme ha ido creciendo su nivel de prosperidad económica", según un estudio publicado en el British Journal of Industrial Relations.

       El informe subraya la necesidad de planes gubernamentales que midan el "bienestar general" de los ciudadanos como el que proyecta el Gobierno británico.

        Downing Street pedirá a la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) que introduzca nuevas preguntas en su habitual sondeo de los hogares británicos para conocer el grado de felicidad de sus ocupantes.

        Esta iniciativa pionera, considerada también por otros países como Francia y Canadá, empezaría a arrojar sus primeros resultados en la próxima primavera y tendría una periodicidad trimestral.

        La iniciativa británica goza del apoyo de Andrew Oswald, profesor de ciencias del comportamiento de la Universidad de Warwick y miembro de la comisión francesa que investiga la relación existente entre felicidad y prosperidad.  Según Oswald, es necesario convencerse de que el crecimiento económico "no tiene sentido si la gente se siente cada vez más infeliz y está sometida a una mayor presión".

        Mientras el crecimiento económico del Reino Unido fue de un 40% entre 1993 y 2007, señala el estudio, aumentaron los "síntomas neuróticos y los trastornos psiquiátricos comunes", y en otros países europeos se observa la misma tendencia.

        En el Reino Unido, Holanda y Bélgica, países que guardan datos fiables sobre la evolución de la salud mental en sus poblaciones, todos los indicadores muestran que los ciudadanos sufren mayores problemas psicológicos en la medida en que el bienestar económico general también crece. En el Reino Unido en concreto, uno de cada siete adultos sufría el año pasado algún tipo de transtorno mental.


         Poco después de convertirse en líder del Partido Conservador, el hoy primer ministro británico, David Cameron, manifestó que conocer la felicidad de la gente es "uno de los asuntos políticos centrales de nuestro tiempo". Sin embargo, expertos conservadores como Jill Kirby, perteneciente al Centre for Policy Studies, opina que no compete a los gobiernos decidir lo que es o no la felicidad, sino que es la propia gente la que tiene que decidirlo por sí misma a través de sus experiencias .


Fuentes: 20minutos



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